Innovación tecnológica: Las startups digitales suelen ofrecer productos o servicios innovadores que aprovechan las últimas tecnologías, como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, la realidad aumentada, la blockchain, entre otras.
Escalabilidad: Muchas startups digitales tienen un modelo de negocio escalable, lo que significa que pueden crecer rápidamente y atender a un gran número de usuarios o clientes sin incurrir en costos significativos adicionales.
Agilidad: Las startups digitales suelen ser ágiles y flexibles en su enfoque, lo que les permite adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado, las demandas de los clientes y las nuevas tecnologías.
Enfoque en el cliente: Las startups digitales suelen poner un fuerte énfasis en comprender las necesidades y deseos de sus clientes y en ofrecer soluciones que satisfagan esas demandas de manera efectiva.
Modelo de negocio disruptivo: Muchas startups digitales buscan disruptir industrias establecidas mediante la introducción de nuevos productos o servicios que cambian fundamentalmente la forma en que se realizan las cosas en ese mercado.
MVP (Producto Mínimo Viable): Muchas startups digitales siguen el enfoque de desarrollo ágil, lanzando primero un Producto Mínimo Viable (MVP) para validar sus ideas y obtener retroalimentación de los usuarios antes de invertir recursos significativos en el desarrollo completo del producto.
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